La gota se clasifica como una afección articular, junto con la osteoartritis, la artritis reumatoide y otras. Sin embargo, presenta diferencias singulares en cuanto a su evolución y manejo.
La gota se produce cuando hay niveles excesivos de ácido úrico en la sangre. Estos altos niveles de ácido úrico pueden llegar a una articulación y cristalizarse en forma de agujas afiladas. Una vez cristalizado en la articulación, se presentan síntomas como dolor intenso, rigidez, hinchazón y enrojecimiento debido al proceso inflamatorio subyacente. La articulación más comúnmente afectada es el dedo gordo del pie, pero puede afectar otras articulaciones como las rodillas, el tobillo, la muñeca o el codo.
Los niveles excesivos de ácido úrico en el cuerpo son la principal causa de la gota, pero no todas las personas presentan estos niveles anormalmente elevados. Normalmente, el cuerpo humano descompone purinas, un compuesto presente en células humanas, alcohol, mariscos y proteínas animales como vísceras y carnes rojas. A medida que se descomponen las purinas, se forma un subproducto conocido como ácido úrico. En personas sanas, el ácido úrico circula por el torrente sanguíneo y finalmente se elimina del cuerpo a través de la orina. Sin embargo, si se descomponen altos niveles de purinas y no se eliminan eficazmente del cuerpo a través de los riñones y la orina, se puede producir una acumulación en la sangre y, finalmente, el ácido úrico cristaliza en una articulación.
La acumulación de ácido úrico en una articulación puede causar un dolor e inflamación intensos que pueden durar entre 5 y 10 días. Cada episodio se conoce comúnmente como ataque de gota. Estos ataques suelen aparecer de repente y, en promedio, una persona propensa a la gota experimenta unos ocho ataques al año.
La gota es más común en hombres que en mujeres. Sin embargo, es igual de común en mujeres menopáusicas. Tanto hombres como mujeres menopáusicas tienen niveles altos de ácido úrico de forma natural. Los hombres tienen tres veces más probabilidades de tener niveles más altos de ácido úrico que las mujeres, y las mujeres menopáusicas tienen niveles similares durante esta etapa de la vida.
Factores de riesgo de la gota:
- Hombres o mujeres menopáusicas
- Obeso o con sobrepeso
- Diabetes
- Hipertensión
- Nefropatía
- Dieta alta en proteína animal
- Consumo excesivo de alcohol
Controlar el número de ataques al año y aliviar los síntomas durante un ataque activo es importante para la salud general. Algunas sugerencias de estilo de vida para ayudar con la gota incluyen las siguientes:
- Beba mucha agua: el agua ayuda a mantener una función renal saludable y estimula la micción para ayudar a eliminar el ácido úrico del cuerpo.
- Mantenga un peso saludable: un factor de riesgo común para la gota es la obesidad y el sobrepeso. Quienes pierden peso reportan una reducción en los ataques de gota. Además, la pérdida de peso excesivo alivia la tensión en las articulaciones, especialmente durante un ataque de gota.
- Dieta: limitar los alimentos ricos en purinas, como el alcohol, la carne roja y los mariscos, reduce de forma natural los niveles de ácido úrico en el organismo.
- Productos naturales para la salud: Diversos productos naturales que abordan los niveles de ácido úrico, la inflamación, el apoyo renal, el control de peso y más pueden brindar apoyo complementario a quienes padecen gota. Hierbas como la cereza negra, la cúrcuma y la semilla de apio pueden ayudar a controlar el ácido úrico y a combatir la inflamación.
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